martes, 27 de agosto de 2013


Vista de la cúpula de Santa Catalina desde la Plaza de Armas



Portada del Templo


Pileta colonial de Santa Catalina



Foto del interior del convento


Celda de la fundadora


Celda de la fundadora


Interior del convento


Muros incas en la Calle Loreto que pertenecieron al antiguo Ajlla Wasi



Estas piedras fueron talladas representando las formas femeninas y fueron parte del antiguo Ajlla Wasi inca, las Ajllas también fueron conocidas como las vírgenes del Sol.

viernes, 2 de agosto de 2013

jueves, 13 de junio de 2013

Hermoso muro inca




Este hermoso muro inca con hornacinas pertenece al Ajllawasi o casa de las Ajllas, que colindaría con la calle Loreto.

Foto del primer claustro




El claustro de Santa Catalina de Sena es un claustro de clausura y como tal no esta a la vista del visitante o del turista, en la actualidad quedan solo 4 monjas en el convento el mismo que se ha abierto al público como museo conteniendo una maravillosa pinacoteca digan de visita así como otros atractivos muy interesantes.


Calle Arequipa




Monasterio visto desde San Cristobal



Detalles del interior del Templo







Detalles del Monasterio

Estas hermosas fotos no son de mi autoría, todos los créditos a sus autores las pongo por que ilustran de manera magnifica el interior de esta joya colonial.










Un par de detalles en los aldabones y cerraduras


Detalles de la entrada principal al monasterio







Celda de la fundadora del monasterio





Detalles de la cúpula y la espadaña





En esta foto se puede apreciar tanto la cúpula como la espadaña del monasterio de Santa Catalina de Sena del Cusco

Detalles exteriores



Dos puertas laterales del templo del convento de Santa Catalina de Sena que da hacia la calle Arequipa



Detalle de la portada del templo





Portada principal del Claustro de Santa Catalina de Sena



Reseña Histórica

Monasterio de Santa Catalina de Sena

En la época de los incas el lugar de este monasterio y de las adyacentes lo ocupaba el conjunto de recintos llamado Aqllawasi, lo cual en quechua significa "la casa de las escogidas".





El monasterio de Santa Catalina de Sena fue fundado en 1601 en la ciudad de Arequipa, pero pronto fue trasladado al Cusco a causa de una serie de devastadoras catástrofes naturales,  que sucedieron en Arequipa a los comienzos del siglo XVII, la iniciativa de la fundación pertenecía a la viuda doña Isabel Rivera de Padilla de Arequipa, poseedora de una gran fortuna. En febrero de 1605 llegaron al Cusco las primeras 25 monjas profesas. Después de varios traslados dentro de la ciudad, el monasterio se estableció en el lugar del antiguo Aqllawasi. Probablemente, en la elección del sitio se tomó en cuenta la anterior función.





En 1650 el nuevo Monasterio, al igual que muchas otras nuevas edificaciones del Cusco, fue destruido por un gran terremoto. Los trabajos de reconstrucción comenzaron al año siguiente con la fundación del nuevo templo que permanece en pie hasta el día de hoy. Es un sencillo edificio de una sola nave que se extiende a lo largo de la fachada noreste del Monasterio. En el se encuentra la imagen de la Virgen de los Remedios, patrona y protectora del Monasterio desde el momento de su fundación, objeto de gran devoción de los cusqueños.

SANTA CATALINA DE SENA
(1347, Sena Italia 1380, Roma)

Catalina Benincas, penúltima de los veinticinco hijos de un próspero matrimonio burgués, a los dieciséis años tomó el hábito de los Terciarios Dominicos, contra la voluntad de sus padres. Se hizo conocida por su piedad cuidando a los enfermos en los tiempos de la peste. Tuvo numerosas experiencias místicas y fue autora de muchos escritos, aunque tenía que dictarlos, por ser analfabeta la mayor parte de su vida. Su obra más famosa es el Dialogo o Tratado de la Divina Providencia. En la última década de su vida Santa Catalina participó en la actividad política de Europa cumpliendo en reiteradas ocasiones el papel de embajadora de paz. Murió a los treinta y tres años y fue canonizada en 1461 por el Papa Pío II. En 1970 fue oficialmente reconocida como una de las primeras mujeres doctoras de la Iglesia.





En el Monasterio de Santa Catalina del Cusco actualmente viven trece monjas profesas de la vida contemplativa. Son seguidoras de las primeras monjas de la Orden de Predicadoras (Orden Dominica) del Monasterio de Prulla, fundado en el año 1207 por Santo Domingo de Guzmán. Su principal tarea espiritual es la de ayudar con sus oraciones a la misión evangelizadora de los frailes y la Iglesia. El reglamento de la Orden presupone una estricta clausura, aunque esta limitación se ha ido suavizando en las últimas décadas. Su hábito es de colores blanco y negro, según la tradición de la Orden de Predicadores. Sus celdas están ubicadas en los dos claustros interiores detras del templo. Desde los tiempos virreinales las monjas de Santa Catalina eran conocidas por sus sofisticados bordados de vestimentas litúrgicas y ropa de santos y por su deliciosa repostería.


La parte del monasterio abierta al público contiene valiosas colecciones de pintura y escultura virreinal (mayormente de la renombrada Escuela Cusqueña), tapices, muebles y vestimentas litúrgicas y otros objetos de artes aplicadas a las épocas colonial y republicana. Actualmente las exposiciones permanentes del Monasterio están en proceso de renovación y mejoramiento.
Hoy aquí se halla un hermoso museo de arte colonial que posiblemente sea el más completo en la ciudad; donde en una primera sala se exhiben lienzos diversos que representan al Señor de los Temblores y otros anónimos; más adelante en el pasadizo otra colección representando la vida y milagros de Santa Rosa de Lima. El coro bajo presenta diversos lienzos que representan la vida de Santo Domingo de Guzmán pintados por Juan Espinoza de los Monteros y una colección de nueve ricas casullas bordadas con hebras de metales preciosos. La Sala Capitular es interesante y contiene frescos del acomaíno Tadeo Escalante; los frescos están alrededor de todo el recinto y representan la vida religiosa y virtuosa en la parte superior y más abajo la vida cortesana. En la segunda planta resalta un complejo nacimiento a manera de retablo que cuando es plegado se convierte en un baúl; el coro alto presenta un rústico órgano fabricado en el Qosqo y lienzos que representan la vida de Santa Catalina.


La iglesia es de igual modo hermosa y posee un altar mayor de cedro dorado con estilo mezclado, en la porción central y hacia arriba está la imagen en bulto del "Sagrado Corazón de Jesús" y más abajo Santa Catalina y Santo Domingo; tiene un púlpito tallado en cedro y otros cuatro retablos menores todos dorados.




Iglesia y Monasterio de Santa Catalina de Sena

En el Inkario uno de los más importantes edificios sobre la gran Plaza del Qosqo fue el Aqllawasi o Casa de las Escogidas o Vírgenes del Sol; una especie de Monasterio Andino para mujeres escogidas entre las más bellas, virtuosas y de linaje de todo el territorio Quechua. Ellas estaban dedicadas al culto del Dios Sol, la preparación de sus ceremonias, el tejido de vestimenta para el Inka y aquella ofrendada a los dioses, la preparación del "Sanqhu" o pan ceremonial (un equivalente a la hostia en el cristianismo) consumido en las festividades del Inti Raymi y la Situa, y la elaboración del "Aqha" o chicha sagrada. Esas mujeres guardaban perpetua virginidad y además debían mantener en su monasterio encendido y por todo el año el Fuego Sagrado producido en el Inti Raymi; las doncellas que habitaban el Aqllawasi tuvieron dos categorías: las hijas de Quechuas nobles de sangre consideradas como esposas del Sol que tenían mayor categoría que aquellas de nobles de privilegio que se consideraban esposas del Inka. Todas estuvieron instruidas y cuidadas por las "Mamakuna" especie de sacerdotisas de las más veteranas expertas en quehaceres domésticos y ceremoniales; ningún varón podía verlas, ni aún el propio Inka, sólo la "Qoya" o esposa principal del Inka y sus hijas podían visitarlas. De acuerdo a la ley, si algún varón tenía relaciones con una escogida, entonces él, su familia, sus vecinos y todo su pueblo eran eliminados al igual que su ganado, su pueblo era sembrado de sal por haber criado a un tan mal hijo; Garcilaso indica: "Esta era la ley, pero nunca se puso en práctica, porque jamás se supo que alguien hubiese delinquido... Los Incas nunca promulgaron leyes para asustar a sus vasallos, ni para que las burlasen, sino para ejecutarlas y aplicarlas con quien se atreviese a quebrantarlas.". El edificio del Aqllawasi cubría un bloque inmenso y estuvo ubicado en el mismo lugar donde hoy se halla la Iglesia y Monasterio de las Monjas Dominicas de Santa Catalina del Qosqo y muchos otros edificios adyacentes de propiedad privada.

Fue doña Lucía Isabel Rivera de Padilla quien en 1601 fundó en esta ciudad el Monasterio de Santa Catalina luego de la amarga experiencia de ver destruido por la erupción del volcán Waynaputina en Arequipa el monasterio que había fundado en 1559. Posteriormente, aquí se construyó también la primigenia iglesia que al igual que el monasterio fueron derruidos por el terremoto de 1650, un año después se inició con la actual estructura siendo concluida después de cortos 4 años. Los retablos que se hallan en la iglesia y monasterio fueron tallados por diversos artesanos locales en la segunda mitad del siglo XVII; por su parte son importantes los trabajos pictóricos de escuela cusqueña por autores anónimos, resaltando dentro de la iglesia la colección ejecutada por Juan Espinoza de los Monteros representando la vida de Santa Catalina y la Virgen de los Remedios en la Fundación del Monasterio; además Lorenzo Sánchez Mefecit, otro pintor cusqueño realizó el enorme lienzo de la Asunción de la Virgen y otro que representa la Glorificación de Santa Catalina.




Arquitecto Inti Barreto
Fuente: Cusco esplendor de la la arquitectura virreinal